top of page

Climax (2018) Decadencia y éxtasis

Con una puesta en escena trepidante, Gaspar Noé ofrece una visión radical de la decadencia francesa.

La composición de Gaspar Noé rebasa los límites de lo convencional y ofrece hermosas imágenes del caos.


La película del realizador franco argentino Gaspar Noé es una mezcla intensa de colores, que invita al espectador como testigo, a vivir las consecuencias de un grupo de bailarines intoxicados por una droga introducida en su ponche. A diferencia de la obra de Danny Boyle Trainspotting (2000), la película francesa no interpreta oníricamente los efectos de las drogas en los usuarios, sino que desde un punto de vista más objetivo se observa el efecto colateral de la droga en sus organismos.

Noé es un experimentador del salvajismo del hombre, que constantemente en su colección fílmica no está recordando la poca cordura palpable existente en la condición humana. La violencia y la radicalización de ésta, será un elemento que se repetirá a lo largo de su trayectoria, para duda baste con recordar la polémica escena de la violación entre Vincent Cassel y Mónica Belucci en Irreversible (2002). En Climax, la costumbre no iba a ser excepción. Con un uso del guion que explota en demasía el arco narrativo, el cineasta nos introduce a la subversión del segundo acto. Antes, se da el lujo de presentarnos a la serie de bailarines que interpretarán esta tragedia de excesos y sinsentido, a través de una grabación transmitida en un pequeño televisor, para luego pasar a un plano de la bandera francesa que, con un movimiento de grúa hacia atrás, abre el plano y nos introduce en el contexto de los danzantes. La saturación del color rojo que abunda en el salón en el que ensayan y el frenético ritmo musical que no se detiene hasta que el plano secuencia termina, nos ilustran el turbulento camino por el cual se conducirá la película. Es importante remarcar, que el color en Clímax tiene un significado emocional y simbólico. El rojo que vemos presente al inicio en el fondo y en el vestuario de los bailarines, lo volveremos a ver cada vez que el caos y la danza sean representados, hasta llegar a su completa saturación en el final en donde es el único color existente, porque la cordura ya está perdida y domina la decadencia. Para la bandera francesa, el rojo representa libertad, pero con lo que juega el director no es el valor idealizado de la libertad, sino el libertinaje. Es un reto abierto a los valores franceses, y con el reparto, Noé trata de abarcar la heterogénea etnia francesa: caucásicos, afrodescendientes e inmigrantes, para que de esta forma, la crítica al exceso y a la desestructura personal de los bailarines no responda a un determinado rango étnico, sino a una totalidad, así pues, sucede lo mismo con las orientaciones sexuales: no es una orientación específica la que se ve afectada, sino una mezcla de homosexuales, heterosexuales, lesbianas y otros. Podríamos decir, que el autor es "incluyente" con el público que desea criticar.

Noé busca la crítica hacia todos los sectores de la comunidad francesa, desde afrodescendientes hasta caucásicos, pasando por homosexuales, lesbianas y heterosexuales.


Si se retoma el tratado de color en los escenarios y en la iluminación, encontramos que el amarillo cálido es el color que el cineasta utilizó para representar la comunicación. El intercambio verbal de los personajes es muy remarcado con planos medios y con un fondo amarillo. Así como el rojo y el amarillo, más colores como el azul, también presente en la bandera francófona, tendrán cierta representación. Es la fraternidad a lo que hace alusión, pero al igual de la libertad convertida en libertinaje con el rojo, el azul de la fraternidad será deformado al deseo, a la lujuria.


La promiscuidad entre los compañeros de danza, es uno de los principales canales a través de los cuales Gaspar Noé proyecta una serie de problemas estructurales. Las drogas son una excusa para sacar a la luz lo que siempre estuvo allí: una madre que deposita el sentido de su vida en su hijo al haber terminado con su carrera como bailarina, una joven que es incriminada y que no soporta el señalamiento público, y la protagonista que busca desesperadamente el sentido en medio del caos, porque ella misma no tiene un sentido propio. Los conflictos de los personajes son vastos, pero todos se relacionan en una búsqueda dependiente al placer inmediato, sin importar la utilización de los otros. Tan sólo si recordamos el principio, podemos darnos cuenta de que los bailarines dejan muy en claro que es la danza para ellos. El tipo de comentarios con los que hacen alusión al baile como actividad, nos dan un presagio de lo que vemos al final: una dependencia total, descontrolada y tóxica, evidenciada a través del movimiento de cámara, en donde, pierde su eje y se voltea; ahora el mundo está de cabeza.

"El mundo de cabeza" es una manera de representar el sinsentido en el cual transitan los personajes, en un plano saturado de luz roja.


La experiencia que Noé construye no se acerca ni remotamente a los cánones de lo tradicional, sino que roza lo experimental, pero más allá de eso, Gaspar Noé filma siempre fiel a su estilo, alejado de toda búsqueda de pertenecer a cualquier tipo de cine que no sea acorde a sus ideas. Por lo mismo, ver el cine del realizador puede resultar complicado: la saturación de los colores y el constante movimiento de cámara vuelven el ejercicio de Clímax, difícil de contemplar para los ojos más tradicionales, aunque para sus fieles seguidores, es un orgasmo visual. Aun así y a pesar de la congruencia temática y estética presente en el film, Gaspar Noé no puede evitar recaer en un estilo narrativo que muchas veces apuesta por el espectáculo visual, un espectáculo que si bien está lejos de ser el tradicional mainstream del cine comercial, no se salva de venderse a la ilusión óptica. Por ello, Gaspar Noé mas que un director de ideas, es un director sensorial, pues muchas veces lo que nos provoca no es la historia que el realizador ha construido, sino su manera de filmarla. Esta predominancia por querer provocar a partir de la imagen, dejando en segundo plano la historia, podría hacer parecer que el director de Enter the Void (2009) es un "poeta del cine" como Tarkovsky o Angelopoulos, pero si bien estos realizadores le dieron más importancia a la imagen que a la historia, su interés al tener estas preferencias estaba más relacionadas con provocar un estado emocional que abstrajese del presente al espectador y que lo llevase a la reflexión a partir de las emociones, mientras que Gaspar Noé cede ante el efectismo de mover desbocadamente la cámara, muchas veces, más con la intención de producir un fuerte efecto en el espectador que con la búsqueda de contar algo a través de ese movimiento.


Por lo mismo, a pesar de existir una congruencia estético-temática, no hay mayor propuesta que la de crear un caos a partir de ver la cámara girar y de "emocionar" al espectador (ya que movimiento es igual a emoción). Gaspar Noé pareciera ser un director que crea ideas profundas, y a pesar de estar presente su crítica a la sociedad francesa a través del grupo de danza, el sinsentido y el poco desarrollo de sus personajes se ve opacado en el momento que el efectismo visual cobra relevancia. Sabiendo que ambas obras son completamente diferentes, me atrevo a volver a utilizar de ejemplo Trainspotting (2000) de Danny Boyle, pues ahí todo el "espectáculo visual" que el film pudiese tener no le roba protagonismo a la idea que el director inglés busca contarnos.

Gaspar Noé en el set de Climax.


A pesar de lo mencionado, podemos concluir que Noé, en definitiva, es uno de los realizadores más importantes del cine contemporáneo. Con una breve filmografía (5 películas, excluyendo el mediometraje de Lux Æterna en 2019), el cine del francés ha logrado colocarse en uno de los puestos más importantes del gremio internacional. Polémico, odiado, amado y cuestionado, autor en todo el sentido de la palabra, podemos estar o no de acuerdo con el cine del galo, pero lo que si es indiscutible es su influencia y relevancia en la actualidad.



179 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page